sábado, 19 de octubre de 2013

JEREZ Y SUS CÍCLOPES



Tengo que recordar que a la pasada Mesa de Casco Histórico presenté la urgente necesidad de recuperar y poner en valor la muralla medieval que discurre por la calle Muro y los torreones que la flanquean. Y llevé esta propuesta porque me parecía una auténtica burla a la inteligencia de los jerezanos que el Ayuntamiento proclame a los cuatro vientos unos "usurpados" actos -pues pocos son los que están debajo de su organización directa- para conmemorar el 750 aniversario de la reincorporación de las tierras jerezanas a la Cristiandad y a la Corona castellana, y que ni siquiera se acordara de los últimos testigos que vieron entrar en la ciudad a las huestes del rey Sabio. 

La respuesta que recibí del presidente de la Mesa me pareció tan burlona como la programación de la conmemoración: "gracias, lo tendremos en cuenta", que fue como decir: "anda iluso, date una vuelta".



He de confesar que rezo todos los días para que se produzca este milagro: que nuestros regidores vean la luz y que caigan, como San Pablo, del caballo de la Ignorancia. Que vean con nitidez que es mejor invertir en su histórica y simbólica muralla, como en el resto de su Patrimonio, y que se deje de novelerías pasajeras, como la de gastar una millonada en comprar la, para algunos intransigentes, "políticamente incorrecta"  foto de un ciclópeo torero jerezano.  

Pero, con todo, tengo miedo del milagro. La sospecha me asalta: si se produce el paranormal suceso, ¿actuará de la misma ciega manera con la que se “restauró” el torreón y las almenas de la zona de la Pescadería Vieja y los muros de la antigua panadería, que hoy conforman el “edificio de los Arcos”?



En aquella ocasión no se tuvo mejor idea que poner una malla metálica para revestir el centenario muro con un artificio de tapial, compuesto por una mezcla de gravilla y cal. Extravagante revestimiento del siglo XX para un monumento del siglo XII, que actualmente, debido a la oxidación y a mala calidad del material, se está desprendiendo por varios lugares. 








Esta es, en definitiva, la visión de recuperación de la Historia y del Patrimonio que nos ofrece el ciclópeo Ayuntamiento de Jerez. Ciclópeo, sí, pero ciclópeo no en el mismo sentido que se le puede atribuir al torero jerezano. Y es que el único ojo de nuestro ciego Ayuntamiento no está en la cara, sino en otro lugar más a propósito a sus actos…

Juan Antonio Moreno Arana.



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